sábado, 22 de octubre de 2011

Atrapada





Odio que mis días estén planificados, que cada día sepa que día de la semana es, controlar el reloj constantemente. Esto me estropea, me hace más débil día a día. ¿Y lo peor? Que esto no tiene fecha de caducidad. Es demasiado lejana. Lunes, a primera hora, historia. ¿Historia? Ésto en vacaciones no pasaba. Soñaba, aprendía, reía y no tenía ni la más mínima preocupación del antiguo régimen o de qué es un movimiento rectilíneo uniformemente acelerado. Y sobretodo, me hace perder ilusión. Ilusión de perderme en mis pensamientos, de no tener tiempo ni siquiera para mí. Que los fines de semana se hagan también rutinarios y aún así, quedarme atrapada en esta cárcel que tiene por rejas el hielo causado por el  frío del invierno. Sólo me queda esperar que el hielo, que provoca mi celda provisional, se derrita por el calor otra vez.



No hay comentarios:

Publicar un comentario