i'm dreaming of a white christmas

Me gusta la Navidad. Parece que la paz que nunca hay en el mundo, aparece repentinamente en esta época. No sé si será por más una costumbre o tradición o porque realmente la Navidad nos hace estar más sensibles.

Vestirnos de rojo, reunir a la familia, amigos, regalarse pequeños detalles, y cantar villancicos. Una tiempo que pasa fugaz, en la que dejamos lo malo atrás e intentamos empezar un nuevo año, una nueva etapa mejor que las anteriores, y nos dedicamos a cultivar lo mejor que podemos la relación con los demás. Y yo quiero seguir haciéndolo así.

Quién lo probó, lo sabe

Desmayarse, atreverse, estar furioso,
áspero, tierno, liberal, esquivo,
alentado, mortal, difunto, vivo,
leal, traidor, cobarde y animoso;

no hallar fuera del bien centro y reposo,
mostrarse alegre, triste, humilde, altivo,
enojado, valiente, fugitivo,
satisfecho, ofendido, receloso;

huir el rostro al claro desengaño,
beber veneno por licor suave,
olvidar el provecho, amar el daño;

creer que un cielo en un infierno cabe,
dar la vida y el alma a un desengaño;
esto es amor, quien lo probó lo sabe.

Equilibrio

Creo que vuelvo a recuperar el equilibrio. Será eso de que estrenamos diciembre, y sin duda, estoy mejor que nunca. Siento que las cosas empiezan a funcionar. Probablemente porque en  Navidad todos recuperamos un poquito la ilusión por los detalles, porque las luces navideñas que decoran escaparates y tiendas, también hacen mella en nuestro estado de ánimo. O que por fin voy aclarando mis ideas. Es hora de construir nuevas metas y marcarnos nuevos objetivos, si, será que el frío me ha hecho positiva, a pesar de lo mucho que añoro esa época veraniega. Como dicen algunos, cuando se cierra una puerta, se abre una ventana.